Publicado por Alma
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, durante la celebración de la pascua. Foto: Reuters.
Por Melvin A. Goodman/Cubadebate
Al igual que muchas otras naciones, Estados Unidos piensa en sí mismo como una nación escogida y un pueblo elegido. Las declaraciones presidenciales inaugurales son típicamente un ejercicio en la proclamación del excepcionalidad estadounidense y esta mentalidad tiene demasiada influencia en los Estados Unidos. Es particularmente lamentable cuando quienes no tienen motivos exhiben el tipo de arrogancia y triunfalismo asociado a la excepcionalidad.
Un excelente ejemplo de esa excepcionalidad apareció en el Washington Post del domingo en forma de un editorial de Tom Malinowski, ex subsecretario de Estado para la democracia, los derechos humanos y el trabajo en la Administración de Obama. Malinowski fustigó al presidente ruso Vladimir Putin, por declarar que Estados Unidos frecuentemente se mete en la política y las elecciones de otros países. Malinowski argumentó que…
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