Publicado por: Yanet Roja
Venezuela atraviesa un periodo de convulsión social en el cual han resurgido muestras del fascismo más visceral, con personas quemadas vivas por tener color político; pero también ha levantado una oleada de xenofobia que se ha enfocado en Cuba.
No voy a enjuiciar las razones y objetividad de la presencia de cubanos en Venezuela, pero debemos resaltar que esos mismo cubanos pasaron meses luchando contra el ébola en África, y en vez de ofensas, hasta la ONU les dedicó premios y reconocimientos.
Pero vayamos al tema…dentro de esa xenofobia contra cubanos, se ha creado un ambiente en redes sociales en las cuales cada mención a Cuba, anima a a usuarios opositores a armar la de Dios es Cristo. Sin embargo, suceden hechos que exponen niveles de intolerancia con el ejercicio de la libertad de opinión política y de expresión. Vamos allá:
Es Sebastiana Bárraez, periodista venezolana especializada en temas militares que publica una exquisita columna en el semanario Quinto Día. Ni ella ni el semanario se acercan en nada al chavismo, al contrario, ambos son críticos de este, y Sebastiana en particular, ha hecho méritos con denuncias contra el gobierno relacionadas al área militar.
Es Andrés Licari, según su perfil en twitter (@lavidaporvzla), un joven opositor venezolano como hay dicen ser miles: antichavista, anticomunista y anticastrista. Un gota más en el mar.
Sucede que Licari preguntó en twitter a Barráez cuan objetivo sería afirmar que Cuba ha invadido entidades militares y de seguridad.
La periodista, en una loable actitud en pocas personas públicas, respondió al joven Licari que ella no utilizaría el término “invadido”.
Barraez no dijo nada más allá, fue un punto y final. Sin embargo, la insinuación en su respuesta a que no hubiera tal invasión de cubanos en Venezuela, desató la ira de usuarios opositores, emitiendo criterios en los cuales no se refleja ni un ápice de objetividad.
https://twitter.com/SebastianaB/status/898009114277818369
Véase incluso el modo en que se hablan de la presencia de los CDI como expresión de la invasión cubana. Pues bien, los CDI son Centros de Diagnóstico Integral que están en centenares, dispersos en la geografía venezolana y en beneficio principalmente de los sectores más desfavorecidos. En claro, se intenta proyectar como invasión militar, la garantía de servicios médicos gratuitos. Así anda la oposición venezolana, o mejor dicho, sectores xenófobos y ultra radicales que en ella conviven.
Para Barráez, supongo que el hecho represente la pérdida de un grupo de lectores. Tampoco es que en lectores como esos el ejercicio y objetivo del buen periodismo logre calar mucho. Para Licardi, ignoro si la respuesta habrá esclarecido sus dudas.
Pero lo que sí es seguro es que para la prensa, el ataque visceral a una periodista por las opiniones emitidas (aun tan ligeras como en el caso de Barráez) constituye una agresión a la libertad, un atentado a la democracia y al deber elemental de informar sin que ello exponga condición humana.
Quienes atacan a un periodista, son terroristas de la intelectualidad y la prensa. A Venezuela un mensaje: Tolerancia y sentido común.
Estamos con la Barráez!!!!
La Esquina Roja 