La fragilidad de los Estados naciones del Mar Caribe está en que su relativo aislamiento geográfico les hace más vulnerables a los embates de la naturaleza que en los países anclados en tierra firme que los pueden enfrentar con desplazamientos internos.
También son políticamente débiles ante las ambiciones de la superpotencia estadounidense cuya voracidad hegemónica en el continente les aconseja mantener las ligaduras históricas con sus antiguas metrópolis europeas para, de alguna manera, disuadir a Washington de la misma forma que lo hace Canadá, pese a ser esta última una inmensa nación.
Ver la entrada original 685 palabras más