Por Arthur González.
Con la designación del ex director de la CIA Mike Pompeo, como nuevo Secretario de Estado, el imperio yanqui se quitó la careta y ahora continuará su intervención en los asuntos internos de otros países, sin ningún tipo de afeites.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se siente como el gran emperador romano, demostrándolo con sus métodos de dirección que desprecia hasta sus propios colaboradores, a quienes ni siquiera cita para despedirlos como hizo con el secretario de Estado Rex Tillerson, quien se dice lo conoció por el tuit del presidente.
A partir de este momento la CIA hará lo que se le antoje, incluso en países aliados como actualmente hacen en el espionaje de las telecomunicaciones y las redes sociales, por donde controlan a presidentes, senadores, ministros, partidos políticos y a cuanta persona se les antoje.
Sobre Gina Haspel, nueva directora de la tenebrosa agencia…
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