Por: Prensa Latina / Aporrea.org
La indignación crece hoy en Nicaragua luego que cinco buses del transporte público en esta capital fueran secuestrados por grupos vandálicos y a un equipo de periodistas del canal TN8 lo agredieron mientras realizaba su labor.
Los sucesos tuvieron lugar anoche en el sector de la Universidad Politécnica (privada), Iván Montenegro y la Rotonda La Virgen, donde más temprano también se registraron agresiones por parte de grupos calificados aquí de desestabilzadores.
Imágenes televisivas mostraron parte de los incidentes, mientras un equipo periodístico de TN8 que reportaba los hechos fue amenazado, agredido y despojado de sus pertenencias personales y de trabajo, incluido los vehículos en los cuales se desplazaban.
Asimismo, un bus fue quemado en plena vía pública, lo cual generó el repudio inmediato del gremio y la población que hace uso de esos medios de transporte en la capital.
El directivo de la Unión Regional de Cooperativas de Transporte, Danilo Sánchez, al rechazar estos hechos aseguró que como transportistas están dispuestos a defenderse.
Sánchez sostuvo en declaraciones a la prensa que quienes secuestraron y quemaron el bus son un ‘atajo de pandilleros’.
Por su parte, el presidente de la Cooperativa Colón, Miguel Álvarez, denunció que los vándalos se movilizan en motos, detienen los buses, los apedrean y luego proceden al secuestro.
Horas antes la Policía Nacional desplegó un operativo en la Rotonda La Virgen, luego que presuntos vándalos agredieran a un grupo de personas reunidas allí para pedir por la paz en el país.
De acuerdo con el subdirector de la Policía, comisionado general Francisco Díaz, los violentos usaron morteros y armas de fuego artesanales, por lo que se hizo necesario el despliegue de agentes del orden para garantizar la seguridad de las familias.
Las detonaciones de morteros y disparos de armas artesanales provocaron pánico y terror entre los presentes, quienes comenzaron a correr sin rumbo para evitar salir lesionados, acorde con relatos de testigos.
El 18 de abril se desató en el país una ola de violencia protagonizada por grupos en contra de reformas al seguro social, que provocó muertes, lesiones y actos de vandalismo.
Posteriormente el presidente de la República, Daniel Ortega, derogó dichas medidas y llamó a un diálogo nacional en favor de la paz.
Sin embargo, aún persisten marchas y protestas opositoras financiadas por políticos de la derecha según denuncias del gobierno.