Por: Cicerón Flórez Moya
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No es nueva la versión sobre comisión de fraude en las elecciones en Colombia. Y la denuncia del Fiscal General de la Nación, Néstor Humberto Martínez, es apenas una muestra de todo lo que se ha acumulado en los llamados “eventos democráticos”.
Las elecciones en Colombia se han convertido en una carrera de aspirantes a cargos de poder, donde el que gana, es el que más plata ponga para hacer efectiva la trampa. El camino al Congreso (Cámara y Senado), a Asambleas y los Concejos no siempre es limpio. Por allí transitan los mercaderes de votos. Eso mismo se aplica para los otros cargos de elección popular. A la Alcaldía de un municipio o a la Gobernación de un Departamento se llega, en no pocos casos, constriñendo al elector para alcanzar el fin propuesto. Por eso el costo de las campañas es tan alto.
No…
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