Por Elmer Pineda dos Santos*
El anunciado alineamiento del nuevo gobierno brasileño con Estados Unidos e Israel amenaza con cambiar el mapa geopolítico latinoamericano-caribeño, y los analistas no dudan que Brasilia se convierte en el ariete, bien pertrechado por nuevos armamentos de estos dos países, de arremetida contra los gobiernos progresitas de la región.
El secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, tras reunirse con el nuevo presidente Jair Bolsonaro, aseguró que Brasil y EEUU comparten «objetivos y valores» y dejó claro que la sintonía con la administración de Donald Trump es total. Pompeo prometió trabajo conjunto contra los «gobiernos autoritarios» de Venezuela, Cuba y Nicaragua,, pero evitó hablar de intervención militar.
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