
Escrito por M. H. Lagarde
CubaSi
Casi el mismo el tiempo de su breve estancia en Cúcuta resonó el eco de las mentiras lanzadas por el senador Marco Rubio durante su visita a esa ciudad colombiana en la frontera con Venezuela.
Marco Rubio, que viajó a Cúcuta para supervisar el desarrollo del
programa de ayuda humanitaria montado por Estados Unidos, a través de la
Usaid, contra Venezuela, estuvo en Cúcuta, pero, como dice el viejo
dicho, no vio las casas.
Aunque Rubio, uno de los arquitectos de Washington para utilizar la
presunta ayuda humanitaria como caballo de Troya para invadir a
Venezuela, se retrató a su llegada a Cúcuta rodeado por algunos
pobladores, por lo visto nunca se enteró de que estaba en el lugar menos
apropiado para ofrecerle ayuda humanitaria a alguien.
Al «benefactor» senador, que afirmó que: «Una cosa es ver el
sufrimiento humano, otra es verlo de cerca y en persona, y conocer a la
gente y escuchar sus historias», al parecer su arrogancia imperial no le
permitió conocer ni conversar con algunos de los pobladores que le
servían de comparsa en su desfile de procónsul desinformado.
De lo contrario, se hubiera enterado de que la ciudad colombiana que
escogió como tribuna para mentir sobre la crisis en Venezuela cuenta con
uno de los mayores índices de desigualdad entre todas las ciudades del
continente americano.
Que el 40 por ciento, casi 300 mil cucuteños, viven en situación de
pobreza; el 10 por ciento, en una situación de pobreza extrema.
Que la ciudad tiene un desempleo que se acerca al 20 por ciento y que casi 20 mil niños trabajan y viven en la calle.
Se hubiera enterado, además, de que casi el 30 por ciento de los
hospitales de Cúcuta están en cierre técnico y de que un parto normal en
esa ciudad cuesta 500 dólares, por lo que las parturientas de Cúcuta
viajan a Venezuela para poder ser atendidas por el gobierno bolivariano
de Venezuela.
Las cifras anteriores, basadas en fuentes del departamento encargado
de estadísticas en Colombia, fueron hechas públicas por el ministro de
Comunicación e Información de Venezuela, Jorge Rodríguez, en una
comparecencia televisada, donde anunció que el próximo viernes 22 de
febrero y un día después, el sábado 23, el gobierno bolivariano
realizará sendos conciertos y le brindará ayuda alimentaria y de salud
gratuitas al vecino pueblo de Cúcuta.
Pero, para entonces, el senador por la Florida ya había llegado a
Miami, donde siguió repitiendo, en otra conferencia de prensa, las
mismas mentiras sobre Venezuela.
Por cierto, el también miembro de la mafia anticubana cuenta con un reconocido historial como mitómano.
En octubre de 2011, el senador Marco Rubio fue acusado públicamente
en Estados Unidos como mentiroso por haber utilizado políticamente el
engaño de que sus padres, de origen cubano, habían llegado a la Florida
luego del triunfo de Fidel Castro. Sin embargo, reportes de prensa
revelaron que los padres del senador llegaron a Estados Unidos en 1956,
en pleno gobierno de Batista.
El padre de Rubio era barman y viajó al país norteño por razones
económicas. Fidel Castro ni siquiera estaba en Cuba cuando la familia de
Rubio dejó el país. La historia fue reportada inicialmente por el
diario St. Petersburg Times.
Marco Rubio llegó a Cúcuta,
agitó y huyó. Por lo visto, no estará presente en el concierto «Guerra
sin fronteras», previsto a realizarse en esa ciudad este 22 de febrero.
En cambio, el presidente de Colombia, Iván Duque, ha anunciado su
presencia; a lo mejor va y se ocupa de los problemas en Cúcuta, que su
superior en Washington no vio.