Sabor y Tradición
Hoy les traigo dos postres muy sabrosos y fáciles de hacer, que también se remontan en el tiempo para deleitarnos.
El majarete es un postre frecuente en nuestra cocina criolla, que las abuelas nos regalaban para culminar una rica mesa, pues como siempre digo el postre es el cierre de oro de una mesa por pobre que sea. La mujer cubana se las ingeniaba para tener uno que ofertar, hasta en los momentos más difíciles. Eso sí, se trabajaba mucho en la cocina para tenerlo. Eran otros tiempos y también los medios con que se cocinaba: carbón, leña y, por tanto, más lenta su elaboración.
Quizás por las mismas necesidades se aprovechaba todo a la hora de cocinar.
Les propongo estos dos dulces: el majarete habanero y la compota de naranja a la habanera. Disfruten.
Majarete habanero
Tómese harina de maíz, pásese por un tamiz junto con libra y media de azúcar blanca, un vaso de leche, un poco de canela y azafrán; póngase todo en una cazuela al fuego, menéese de continuo hasta formar una papilla espesa y sáquese para servirla, polvoreándola con canela.
(Cocina hispano=cubana. La Habana 18. Pág. 135)
Majarete habanero
Ingredientes (4 servicios):
Cuatro tazas de harina de maíz tierno, 2 tazas de azúcar, 1 taza de leche, 1 rajita de canela, 2 estigmas de azafrán y 1 cucharadita de canela en polvo.
Preparación:
Pase la harina por un colador y póngala en una cacerola a la candela con el azúcar, la leche, la rajita de canela y el azafrán. Mézclelo todo bien, puede añadirle un poco de agua para que cocine bien. Dele vuelta con una paleta de madera constantemente para que no se pegue hasta que esté cocinada y forme una masa espesa. Bájela y viértala en una fuente onda, polvoréela con canela por encima.
Tomado de Cubadebate