¡No les da pena ser la primera potencia mundial en lo económico, militar, científico y en alguna medida en lo político, desde la segunda guerra mundial y no contribuir resueltamente a resolver los problemas del mundo!
¡No les da pena ser en este hemisferio el país de mayor población y mayor producto interno bruto, tener el control y poner de decisión en la mayoría de los organismos internacionales y regionales y ser el que más gasta en presupuesto militar para destruir y vender armas!
¡No les da pena que en este mundo, en nombre del país y de sus gobiernos sean los que más han intervenido y atacado militarmente a otros países y probado las armas más mortíferas que desarrolla el complejo militar industrial cada año!
¡No les da pena, vivir y seguir vendiendo vitrinas opulentas, cuando la pandemia se las desbarató y descarnó lo que son ustedes y lo que es nuestra América dividida, nuestra África olvidada, y el Medio Oriente dividido, atacado, desangrado!
¡No les da pena, ofrecernos mañosamente, durante 62 años, lo que hemos visto durante 200 años: que si nos rendimos, si nos arrepentimos, seremos como ustedes, como Francia, como Suiza, como Inglaterra o como Alemania. ¡Entonces! ¿Por qué existe Haití, Dominicana, Guatemala, honduras, El Salvador, Perú, Ecuador, Paraguay, Chile, Brasil y otros en este mundo, iguales o peores?
¡No les da pena, que con ese tamaño, esa fuerza, esos poderes y la diferencia tan grande en casi todos los ámbitos, lleven más de 62 años, tratando de destruir, ahogar, y pasar penurias, a esta islita de unos 11 millones de habitantes, unos 111mil kilómetros cuadrados y la voluntad de ser soberana, independiente y culta!
¡No les da pena y no les basta, que por más de 62 años, teniendo tanto poder en todos los sentidos, andan por el mundo y por todas las instituciones se confabulen contra esta isla para no dejarla vivir en paz!
¡No les da pena, que esta islita, desde el año 63 desarrolle la solidaridad con sus médicos, con sus maestros, con sus deportistas y científicos en más de 50 países, a pesar de todas las agresiones!
¡Aquí aprendimos a leer y a tener conciencia de lo que somos y podemos alcanzar!.
¡No les basta co……!
Tomado de Aucalatinoamericano.
La Esquina Roja 