Mangosta no come cocodrilo (Parte II). Por Fabián Escalante Font

La pupila insomne

Siguiendo con el año 1962, documentos desclasificados señalan que “en junio, la CIA recibió informaciones serias de que el pueblo cubano estaba a punto de rebelarse contra el régimen de Castro, sin ningún tipo de patrocinio de los Estados Unidos”.1 Ante tales noticias, el Pentágono, en la persona del general Benjamín Harris, propuso el plan para esa contingencia, el cual refería en uno de sus párrafos:

“Los Estados Unidos apoyarán y sostendrán la rebelión en Cuba con todos sus recursos, incluyendo el uso de su fuerza militar para garantizar la sustitución del régimen comunista por un nuevo gobierno adecuado para los Estados Unidos […] En el caso de que esta sublevación se extienda como un movimiento popular contra el régimen comunista, los Estados Unidos deben ser capaces de ejecutar una rápida acción militar para anticiparse a un concertado y drástico programa de represalias en…

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