El Dr. Gerardo E. Guillén Nieto, director de Investigaciones Biomédicas del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), actualizó sobre el desarrollo en Cuba de una vacuna capaz de activar la inmunidad innata.
“No es solo un proyecto del CIGB, sino que ha dado muestras de nuestra capacidad de integración. De conjunto con las autoridades de Salud Pública, el CENCEC y el CECMED, logramos en tiempo récord que esa vacuna se aprobara. Incluso los especialistas del Hospital Naval participaron en estas discusiones científicas. El 26 de marzo se aprobó el estudio clínico de la vacuna y el 27 ya estaban los primeros voluntarios”, contó el directivo, en el programa Mesa Redonda.
Guillén explicó que se trata de una vacuna de aplicación nasal y sublingual, que permite estimular la inmunidad a nivel local, donde se encuentra la entrada del virus al organismo.
“Mañana incluimos el último paciente para culminar los voluntarios que participan en el estudio clínico, y ya en las muestras de sangre y de raspado de amígdalas y sublingual hemos visto cómo se estimulan las moléculas de la superficie celular que marcan la activación del sistema inmune innato relacionado con los virus”, dijo, al resaltar los principales resultados científicos.
Igualmente, precisó que en las muestras de sangre se activan linfocitos macrófagos, así como otros receptores de estas moléculas, encargados de presentar al sistema inmune los antígenos del propio virus y estimular una respuesta inmune específica contra el coronavirus.
“Estamos a dos niveles: demostrando la activación del sistema inmune innato, y cómo éste activa la inmunidad específica contra el virus”, argumentó el científico.
“No existían vacunas para este propósito, el coronavirus ha hecho que se desarrolle esto, y Cuba cuenta con productos que ya existían y se han perfeccionado para ser aplicados con este objetivo en específico”, destacó.
Guillén resaltó el aporte de los investigadores cubanos en el desarrollo de la biotecnología, quienes han puesto un gran empeño en los resultados que hoy se obtienen. “Estos eran procesos que ocurrían en cuestión de años y ahora están transcurriendo en tiempo récord, 15 días. Eso es posible gracias a la preparación de nuestros investigadores”, reconoció.
Tomado de Miradas Encontradas